Gestalt

En esos siglos la experiencia perceptual crítica conformó ideas sobre las relaciones entre “forma”, “figura”, “configuración”, “estructura” y “creación” que a principios del siglo XX fueron reunidos en el concepto de la Gestalt. Según ésta, la mente configura por ciertos principios a través de la percepción y la memoria. De allí que lo percibido pase de ser un conjunto de manchas a convertirse en personas, objetos o escenas. En este sentido, Gestalt es una disciplina que estudia el proceso mediante el cual nuestro cerebro ordena y les da forma (es decir, sentido) a las imágenes que recibe del mundo externo o de aquello que de este le ha parecido relevante. Gestalt observó la existencia de ciertas constantes a las que llamó leyes de la percepción. Estos son un conjunto de principios según los cuales el cerebro humano siempre tenderá a transformar u organizar los elementos que percibe en un todo coherente, dotado de forma y de sentido. La Gestalt considera que la experiencia individual al interactuar con el medio ambiente construye una base primaria por sobre los otros conocimientos que la conforman. La suma de estos por sí solos no podría generar la comprensión del funcionamiento mental. Este planteamiento se ilustra con el axioma que dice:

El todo es mayor que la suma de las partes.

Los teóricos gestálticos consideraron que todo lo percibido es mucho más que información que llega a los sentidos. En este marco una profunda influencia kantiana influyó para que la Gestalt se la considere una condición que viene dada de forma inmediata. De algún modo el pensamiento ordenaría la percepción que quedaría condicionada por esas definiciones. Las llamaron leyes, que denominaron: de la pregnancia o de la buena forma, de la semejanza (por forma, del tamaño, del color y de otros), de la proximidad, de simetría, de continuidad, de dirección común, de simplicidad, de relación figura-fondo, de igualdad o equivalencia, de cierre y de la experiencia. Esta suma de condiciones (leyes) surgirán como un todo, pero también se afirman de modo gradual y son activados, vividos y organizados por la experiencia del individuo, ya que no somos receptores pasivos de estímulos sensoriales. Sin embargo, los principios gestálticos conciben un espectador dominado por un sistema único de comprensión (la Gestalt) y no llega a incluir el sistema de comprensión por lo que la problemática solo contempla resolverla en la imagen (e ignorando al espectador).

Las innovaciones simbólicas del siglo XX y el origen de la semiótica

A pesar de la continuidad en la creación de imágenes aún no se estableció una ciencia general que encare a la imagen como unidad simbólica anterior a la existencia del arte, que atienda a su producción, al conocimiento de la reproducción y al sistema de enseñanza. Desde la antigüedad, en medicina se atendió al semeión (signo) llamando así a los síntomas y a los síndromes (conjunto de signos) a que se refirió Hipócrates

11 Hipócrates de Cos —en griego: Ἱπποκράτης—460-370 a.C. fue un médico de la Antigua Grecia que ejerció durante el llamado siglo de Pericles.

Los signos sobre los que escribió son sinónimos de “síntomas”, “prueba” y de “índice”.

Hipócrates. Tratados hipocráticos. Obra completa. Madrid: Editorial Gredos

Desde sus orígenes esta ciencia médica se dedicó a investigar el “qué” de la significación de los síntomas, lo que señala una excelente referencia importante en el estudio del signo visual. Platón, y especialmente Aristóteles, lo aplican a la filosofía del lenguaje y en el S. IV d. C. Agustín de Hipona -conocido como San Agustìn- escribiò que se avanzaría hacia “una fusión definitiva entre la teoría de los signos y la teoría de los lenguajes” sobre la que Ferdinand de Saussure pensó entre el siglo XIX y el XX13. En el inicio del S XX fue evidente una transformación impactante en todos los campos de la creación simbólica entre creadores contemporáneos, pero que no se conocían entre sí necesariamente.

Surgieron sucesivamente profundos innovadores en la literatura (Thomas Mann, Stephen Zweig, Kafka, James Joyce), en las artes visuales (los pintores secesionistas vieneses Gustav Klimt, Egon Schielle, Koloman Moser, Ferdinan Andri Kokoschka, los cubistas hispano franceses Picasso, Bracque, Gris, los expresionistas modernos centrados en Der Brucke desde el noruego Munch, el francés Roualt, los alemanes Klee y Paula Modershon Becker, los rusos Kandinsky, Malevich y Natalia Gontcharova) en arquitectura (Gae Aulenti, Charlotte Perriand, Lina Bobardi, Le Corbusier, Frank Lloid Wright), en música (Stravinsky, Schoenberg, Bartok y AlbanBerg), en la fotografía (Robert Capa, Cartier- Bresson, Tony Vaccaro, Dorotea Lange) y y en cine (las construccion del lenguaje cinematográfico Abel Gance, D. W. Griffit, S. Eisenstein, DzigaVertov, Luis Buñuel) conformaron manifestaciones contemporáneas al nacimiento del psicoanálisis, la lingüística moderna, la moderna lógica matemática, la teoría de la relatividad, el descubrimiento de la radioactividad, la fenomenología y las nuevas formas de pensamiento y reflexión sobre el lenguaje. Era la inquietud en un siglo de guerras: la primera (31 millones de muertos), la segunda (60 millones de muertos) y luego la Guerra Fría con innumerables conflictos con invasiones a otros paises, luchas anticoloniales, nacionales independentistas y revolucionarias.

Simultáneamente, en el campo del conocimiento y particularmente en la producción visual, consideraron al lenguaje como el sistema de análisis y lo aplicaron a como el que corresponde a la producción simbólicas atendiendo a la necesidad y dejando de lado el modo de registro que en el caso de nuestra especialidad sería el visual. Muchos autores (Roman Jakobson, Umberto Eco, Roland Barthes y Algirdas Julien Greimas) retomaron el concepto de signo para encarar el estudio de los signos visuales, en un conocimiento llamado semiología o semiótica ampliando una lectura a todas las formas de la comunicación dentro de las sociedades humanas. La función simbólica o semiótica consiste en poder representar algo (un significado cualquiera) por medio de un significante diferenciado que sólo sirve para esa representación. Se trata de una función generadora de representación (evocación de un objeto ausente), que aparece en el curso del segundo año de vida. Esta función se estructura desde una unidad que se llama signo.

Saussure, Ferdinand de. Teoría General de los Signos

Qué es el signo

Se entiende por signo una marca, objeto o evento que estando presente reemplaza a otro en virtud de un cierto código. Se lo reconoce como portador de sentido en tanto significa algo para alguien. Charles Morris distingue: vehículo sígnico (signo), designatum (lo designado); interpretantes (consideraciones del intérprete) y el intérprete mismo.

Morris, Charles. Fundamentos de la teoría de los signos.(1938)

Estos cuatro elementos si consideramos al último, en el marco de un sistema llamado lenguaje, que al decir de Morris es todo “un conjunto de signos más un conjunto de reglas”; señala las dimensiones que constituyen un lenguaje.

En el sistema semiótico se diferencia entre la denotación y la connotación; y entre las claves o códigos y los mensajes que los transmiten. Estas dimensiones originan diversas disciplinas que rigen

  • +las relaciones entre el signo y lo designado: la
  • +semántica; entre los signos: la sintáctica; y
  • +entre los signos y las condiciones de uso: la pragmática.

Es decir que se analizan los fenómenos, objetos y sistemas de la significación, los lenguajes y los discursos en los diversos lenguajes en tanto procesos de producción y de interpretación que conforman una práctica significante (semiosis) concretada mediante signos y creando consecuentemente discursos. Señaló Magariños de Morentin (1996)15 que la función de la semiótica es responder la pregunta siguiente: “¿Por qué y cómo en una determinada sociedad algo —una imagen, un conjunto de palabras, un gesto, un objeto, un comportamiento, etc.— significa?” Al encontrar su objeto de estudio (signos poemas, cantos de pájaro, arquitecturas, señales de semáforos, pinturas, cine, esculturas, síntomas médicos, etc.) la semiótica -que había constituido una de las ciencias de la

Magariños de Morentin, J. A. (1996) Los fundamentos lógicos de la semiótica y su práctica. Buenos Aires: Edicial.

Lingúística- comienza su desarrollo sistémico con el Curso de lingüística general de Saussure publicado en 1993.

Saussure consideraba el lenguaje como un sistema de signos que debía ser estudiado sincrónicamente (que ocurre o se desarrolla a la vez que otra cosa) y no diacrónicamente (que tiene relación con la evolución de un hecho, fenómeno o circunstancia a través del tiempo). Cada signo debía considerarse como constituido por un significante (un sonido-imagen o su equivalente gráfico), y un significado, es decir, el concepto u objeto al que representaba

Simultáneamente con los desarrollos de Saussure y de sus discipullos en Europa, en los Estados Unidos se desarrolló otra línea de investigación semiótica a partir de los escritos que dejó el filósofo y lógico Charles Pierce que tomó como objeto de estudio el proceso de la semiossis en el que cooperan tres instancias (o subjects):

El representamen, o signo en sí, es decir, una manifestación material y perceptible que representa a otro objeto.

El objeto, que es aquello representado, esto es, aquello de lo que el signo da cuenta.

El interpretante, o sentido que el signo produce y que se traduce en otro signo o representamen.

Pierce consideró al signo como producto de esta dinámica que la semiología europea designaba como significante, referente y significado. Esta estructura la configura cualquier signo. Profundizando en la clasificación de los signos consideró que podían clasificarse por la relación que guardaban estos elementos entre sí en tres tipos determinados:

  1. Icónicos o iconos, cuyo representamen o significante guarda una relación de parecido con su objeto o referente: mapas, caricaturas, croquis…
  2. Indicios o indicadores, cuyo representamen o significante guarda una relación natural o de causa-efecto con el objeto o referente: el humo como signo de fuego, el llanto como signo de emoción intensa (tristeza o alegría).
  3. Símbolos, aquellos signos en los que la relación entre representamen o significante y objeto o referente no es de semejanza ni natural o de causa-efecto, sino arbitraria, convencional, pactada en el seno de una sociedad: el himno nacional, la bandera, la mayor parte de los vocablos de las lenguas naturales salvo las onomatopeyas sonoras del lenguaje oral o visuales del lenguaje escrito (caligramas, por ejemplo).

Pero qué es la imagen

En 1967 se conformó en la Universidad de Lieja (Bélgica) un grupo interdisciplinario en retórica, semiótica, poética, bioquímica, estética y teoría de la comunicaciónlingüística y visual llamado Groupe µ (La letra “m” minúscula <m>griega) como símbolo de metáfora y metonimia, y originado en los estadios cambiantes de la luna). Dirigido por Francis Édeline y Jean-Marie Klinkenberg, reúne 11 especialistas estables que extendieron el estudio de la retórica a la comunicación visual elaborando  una teoría al respecto que es considerada una de las más importantes innovaciones que provienen desde la semiótica visual a la semiótica general, movilizando la lingüística estructural. El hallazgo más importante del grupo fue identificar los signos visuales como poseedores de una doble articulación plástica (su materialidad) e icónica (su discurso) permitiendo evidenciar la arbitrariedad y la capacidad comunicacional del segundo término (iconicidad). Este aspecto vincula la experiencia sensorial con la construcción del significado buscando el origen del sentido, une la semiótica con las disciplinas del conocimiento tendiendo a la construcción de una teoría general de los signos y del conocimiento. Esta teoría del lenguaje visual se centra en la articulación de los conceptos más que en los conceptos mismos ocupándose de las imágenes realizada de diversos modos (dibujo, pintura, gráfica, fotografía, escultura, instalación, arquitectura, etc.) y en distintas tecnologías analógicas y digitales.

El análisis de la imagen desde el signo visual

Hablar de la imagen para analizarla obliga a saber a qué llamamos imagen en un tiempo donde se considera que ella domina en todas las formas de las comunicaciones. Ya hemos señalado los orígenes en algunos mitos, pero nuestro recorte mira la actualidad. La imagen es la figura representada y semejante a algo, también puede ser una estatua, o la recreación de la realidad a través de elementos imaginarios fundados en una intuición o visión o incluso una proyección luminosa. Otras extensiones se refieren a la imagen accidental que se produce cuando después de haber contemplado un objeto con mucha intensidad, persiste en el ojo, aunque con colores cambiados, o la idea de la imagen pública o virtual.

Avanzando en el análisis de la imagen visual, observamos categorías heredadas que será necesario reformular evitando clasificar por modo (pintura, fotografía, dibujo, collage, etc.) “El hecho de tomar en serio la idea de una teoría general de la imagen visual conduce a hacerse ver lo que hay de común entre un esquema de montaje eléctrico y una fotografía, entre el graffiti de baño público y la ilustración de estilo ‘línea clara’, entre Piero della Francesca y el garabato de un niño, entre los totems indios de la Costa Oeste y Poussin o Finlay, el Beniye japonés y la loza de Rouen”16. La imagen contemporánea no surgió ahora con los medios gráficos o  multimediales, sino que viene de mucho tiempo atrás y vemos que en muchas áreas de pensamiento, la palabra imagen es expresión de toda la historia: imagen musical, imagen literaria, imagen mental, etc.

16 Groupem. Tratado del signo Visual.

Imagen es palabra que deviene del latìn imago que en su etimología proviene del nombre de la máscara mortuoria con que en Roma se cubrían en los funerales, y también es como se llama el espectro o alma del muerto. Y eso reúne a la palabra con la historia del arte y los ritos fúnebres.17

Imagen también es el nombre de las actividades psíquicas, las representaciones mentales, el sueño, las ensoñaciones, los recuerdos, etc. La imagen mental es la impresión que se construye naturalmente, por ej. cuando leemos o escuchamos una descripción de un sitio que concentra los rasgos visuales para reconocer un rostro, un dibujo o una forma cualquiera. Es un modelo perceptivo de la estructura formal de un objeto. Lo importante de la imagen mental es el registro de esa ensoñación. En cambio, cuando se habla de “imagen de empresa” o “de marca”, o “imagen de mujer”, o “de marketing” se refieren a la voluntad constructiva e identificatoria de una representación que manipula los psicológico y lo sociológico para transmitir sentido. Podemos preguntarnos cual es el punto común entre una imagen fílmica, fotográfica y la representación mental que propone categorías sociales o humanas personalizadas, y que a todo llamamos “imagen” sin dudar ni provocar confusión.18

Imágenes ambiguas (Kanitzsa, 1986) Las formas ambiguas sugieren un espacio ambiguo representado en el plano plástico.

You may also like...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *