Cada mecanismo sensorial tiene un límite de registro mínimo y máximo llamado umbral de la sensación. Los umbrales absolutos son los que indican la cantidad mínima de estímulo (umbral inferior) necesaria para que exista sensación y la cantidad máxima (umbral superior) por encima de la cual no hay respuesta del organismo ni datos diferenciales que indican la cantidad de variación o incremento de intensidad necesarios para que se produzca una alteración perceptible en la sensación. Inmediatamente después de esos límites hay una zona en que existe la percepción, pero no la conciencia, como ya lo habían planteado Sócrates, Demócrito, Aristóteles y Leibniz.
Dice Kant en la Crítica de la Razón Pura:
“...toda sensación -y, por tanto, toda realidad en la esfera del fenómeno, por pequeña que sea- tiene un grado, es decir, una magnitud intensiva capaz de ser reducida. Entre realidad y negación hay una cadena continua de realidades y de posibles percepciones más pequeñas. Todo color, el rojo, por ejemplo, posee un grado que, por insignificante que sea, nunca es el más pequeño.”
Es la percepción subliminal, que designa los registros basados en estímulos que no traspasan el nivel del umbral de la conciencia por ser débiles, o por desarrollarse en un tiempo corto. Estas sensaciones no pueden ser recordadas ni pensadas críticamente, pero pueden incidir sobre la voluntad. En 1954, la productora Walt Disney intercaló propaganda de Coca Cola en algunas de las copias de la película “El desierto viviente” de James Algar. La intervención tenía un tiempo de exposición de 1/3000 de segundo entre los fotogramas de algunas de las copias que se proyectaron; la productora instaló locales de venta de ese producto en el hall de todos los cines. En el entreacto, en aquellos locales donde se proyectó con la alteración se produjo un aumento de ventas de hasta un 57% sobre lo que se vendió donde se la proyectaba sin alteración. Sin embargo, el corte intercalado no fue reconocido por los espectadores, porque la alteración no alcanzó el registro consciente. Estaba levemente más allá del umbral de recepción visual.
Todos los factores influyen y colaboran en la constitución del objeto instalado en los centros nerviosos.
Todas las impresiones sensoriales, los recuerdos de la memoria, la experiencia anterior, los conceptos previos, el aprendizaje que sirve para el reconocimiento del objeto, las leyes estructurales de la percepción o de la configuración de la forma, denominadas leyes de la Gestalt, el enfoque subjetivo, sus expectativas, y los condicionamientos sociales y culturales.
Los órganos sensoriales de los seres humanos y otros animales son especializados, reciben el estímulo y lo transmiten a través de las vías neuronales hasta el sistema nervioso central, donde se procesa y genera una respuesta hacia el medio interno o externo. Los sentidos suponen la existencia de receptores sensoriales.