El concepto ―arcaico desde hace varios siglos― de que el cosmos físico y los seres vivos que lo ocupan son formas separadas y diferentes de existencia deriva de mitos primitivos que consideran como un vínculo residencia-parásito la relación entre el medio y los seres vivientes, si bien, en rigor, las galaxias, estrellas, planetas, océanos, continentes y todos los organismos vivos están estrechamente unidos como materia y energía, y son libremente mutables y reversibles.
Tanto la palabra griega katálepsis como su equivalente latina perceptio ―deper y capere― se refieren a la acción de recoger y obtener conocimiento, en el sentido de apoderarse de algo. La percepción es la conciencia de una sensación. Es el proceso psicofísico en que el sujeto transforma las impresiones sensoriales (estímulos), previamente transportadas a los centros nerviosos, en objeto sensible conocido. La percepción se desarrolla cuando la aprehensión de la realidad es el objetivo principal y construye una totalidad, evitando ser una impresión sensorial aislada o un haz de impresiones sensoriales. Uno de los fundadores de la teoría política, el inglés Thomas Hobbes (1588-1679), aseguró que “No existe ninguna concepción en el intelecto humano que no haya sido recibida, totalmente o en parte, por los órganos de los sentidos”. Los sentidos son vías de incorporación de información, considerada como el estímulo sensorial que, una vez percibido y procesado, afecta el comportamiento de los individuos porque cambia el estado del conocimiento.
Se percibe una calle o un grupo humano, por ejemplo; no vemos colores, luces y sombras, o distancias y sonidos esparcidos o sumados. Conocer el proceso de organización de la imagen partiendo de reconocer los elementos que lo componen, es un aprendizaje imprescindible para quien necesite trabajar con imágenes. La percepción se distingue de la sensación, entendida ―con fines didácticos o de investigación― como proceso meramente fisiológico. Sensación y percepción constituyen, en el ser humano, el mismo proceso del conocimiento sensible, y ninguna de ellas es meramente activa o pasiva, sino que ambas son receptoras y efectoras.
La sensación (del latín sensationem, impresión capturada por los sentidos) es el registro de un ser vivo de estímulos externos e internos a través de los sentidos. Por esta función del sistema nervioso, los órganos sensoriales (receptores) transmiten las variaciones físicas o químicas que provienen del interior del individuo o de su medio externo. Todo el proceso perceptivo es eminentemente temporal. Los sentidos nos informan del estado de las cosas que nos rodean y cada uno es selectivo respecto a lo que incorpora. El ojo ―de modo electromagnético―, la piel y el oído ―por medios mecánicos― ofrecen información temporal y espacial tridimensional. El tacto es el más generalizado, y comprende la sensibilidad cutánea al dolor, a la presión o a la temperatura. El olfato detecta y procesa químicamente los olores de las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles que, a través del aire aspirado, entran en contacto con el epitelio olfativo, situado en el interior de las fosas nasales. El gusto, detectado principalmente en la lengua, por medio de los receptores ubicados en las papilas gustativas de la lengua, registra información que se vincula también con el olfato y el tacto por la percepción de la textura. Otro sentido reconocido hoy es la cinestesia, que es la sensibilidad originada en músculos, articulaciones o tendones que informan sobre el movimiento y el equilibrio del cuerpo, coordinados con la sensibilidad en los órganos internos y la percepción en el laberinto del oído profundo. Cada sentido recoge información, los nervios la transmiten ordenadamente, el cerebro la reúne y la completa con la que proviene de los otros sentidos.
Xilografías de Paulo Kreutzberger, en Orbis Sensualis Pictus (1658), de Iohannes Amos Comenius. Entre los siglos XVI y XVII Comenius desarrolla su proyecto pedagógico en una etapa de transición cultural, política y religiosa. Sienta entonces las bases de la pedagogía en el sentido actual del término; incluye el diseño e intercalado de imágenes para democratizar la lectura, e incorpora el teatro y la danza para activar la sensibilidad y capacidad de creación.